Los niños más guapos tenían más probabilidades de que sus padres les montaran en el carrito del supermercado.Para que luego digan que todos somos iguales y que lo importante está en el interior ;-)
Las madres solían atar a la silla a los niños guapos en un 13,3 % de los casos, mientras que sólo el 4% de los menos agraciados eran atados.
Los niños feos estaban con más frecuencia fuera de la vista de los padres y que se les permitía deambular con mayor libertad por el local.
La atención aumenta si el hijo es varón.
Los niños bien parecidos "representan el mejor legado genético" y por ello reciben más cuidados.
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tampoco es cierto eso de que "la suerte de la fea, la bonita la desea"... basta de engaños, este pueblo quiere la verdad! :)