Desde que en el año 2002 empezara a circular el euro por nuestras manos y dijeramos adios a las pesetas, son muchos los intentos de mejorar los formatos y las presentaciones para que la adaptación sea cada vez mejor.

En un principio fueron los billetes de 500 euros, que parecía que no iban a tener una gran acogida por ser demasiado grandes, y al final no ha sido así ni mucho menos. Después Finlandia quiso eliminar las monedas de 1 y 2 centimos debido a que su economía era muy fuerte y estas monedas no tenían prácticamente valor. Al final acuñó pocas y en la práctica no se utilizan. Otros países de la eurozona también quisieron tomar esta medida, aunque sobre el terreno se han encontrado con el rechazo de los ciudadanos temerosos de una subida de precios por culpa del redondeo (posición bastante lógica si tenemos en cuenta lo que ya pasó con la introducción del euro).

Y ahora leo en barrapunto que más de 300 eurodiputados solicitan en Bruselas que se emitan billetes de 1 y 2 euros

Los billetes pequeños disminuyen el consumo ya que se les asocia inconscientemente un valor superior. En Estados Unidos se ha intentado muchas veces el camino contrario (es decir, la introducción de monedas de un dolar en lugar de sus billetes) pero no han conseguido aceptación.

Creo que los europeos (al menos los españoles) somos más de monedas, de calderilla, pero nunca se sabe en que puede derivar una medida como esta, a lo mejor acabamos adaptándonos y no queriendo saber nada más de esas cosas redondas.

Eso sí, como decían en el propio barrapunto, ya que se ponen que intenten que tengan un poco más de calidad que los billetes de 5€, que destiñen, se arrugan y se rompen con demasiada facilidad.