Miño - Bruma, con sus 40 km es la etapa más dura del camino, y, según dijo una de las Luguesas que se había hecho todos los caminos de Santiago, la etapa más dura de todos ellos dentro de Galicia.

La etapa comenzó fuerte. La primera parte, hasta Betanzos, era de nuevo otra subida - bajada para ir de una ría a otra. Sólo 8 kilómetros pero que tardamos (nosotros, y casi todos los otros grupos) más de 3 horas en hacer. La subida era muy dura y la bajada tampoco se quedaba atrás, con unas pendientes que molestaban las rodillas.


Después de atravesar Betanzos de nuevo una gran pendiente, con la que ya nos despedimos del mar. A partir de ahora viaje hacia el interior de Galicia. Al poco nos encontramos con un desvio en el camino devido a la creación de una urbanización y un campo de golf. No está mal indicado (al final, al pasar sobre la carretera, hay que seguir por la única opción posible, aunque no ponga nada) y es de agradecer que hayan creado una pista de tierra para poder seguir avanzando, aunque sea dando un rodeo.

Continuamos ya por un camino normal, pasando cerca de una instalación de gas (donde se supone que hay una fuente) y por una iglesia. Se empieza a notar el cambio de clima y la desaparición de las fuentes. En este trozo pedimos por primera vez agua en una de las casas.


Después de un pequeño tramo de carretera volvemos a un camino de tierra dentro del bosque. Incluso hay un trozo en el que hubo un incendio


Al llegar al Concello de Abegondo, más concretamente en Leiro, hicimos la última gran parada antes de afrotar el tramo final de unos 14 kilómetros (ya llevábamos 26). Cerca de este pueblo, en Vións hay otro supuesto polideportivo, pero decidimos hacer un esfuerzo y continuar. Aquí descubrimos un nuevo concepto de parrillada, para todo el pueblo, con un área especialmente reservada para ella. Ahí cogemos agua y nos preparamos para el final de la etapa, lo más duro


Poco después de salir del pueblo el camino entra de nuevo en camino de tierra y al ratito empieza una ascensión muy dura y muy larga, la peor de todos los días que hemos pasado y de los que quedan. Afortunadamente ya no es pronto y no hace mucho calor, y hay bastante sombra.


Cuando conseguimos ascender nos infoman de que nos quedan todavía unos 6 kilómetros. Queda todavía un cruceiro, pasar la autopista por encima, girar a la izquierda por una carretera (no hay señal, había que ir hacia una gran antena de televisión que hay al fondo) un par de pueblos, atravesar una nacional, desde la que todavía habrá unos 2 kilómetros y la unión con la otra vertiente del camino, la que viene desde A Coruña. Todo ello dentro del Concello de Mesía


Por lo menos en este caso el albergue estaba en el mismo camino, no había que hacer un curso de espionaje para encontrarlo

Aquí nos encontramos con los últimos peregrinos que coincidirán con nosotros, una parejita que llegaba desde A Coruña y que pensaba hacer ese camino (unos 80 Km) en sólo dos días, aunque al final pararon en Sigüeiro al día siguiente

Fue un día muy duro, casi 10 horas de caminata para llegar a las 10 de la noche, destrozados, al albergue. Afortunadamente el albergue de Bruma era el que mejor preparado y más cuidado estaba. Su responsable parecía preocupado por el buen uso y eso se notó.


Quedaban 44 Kilómetros a Santiago, pero con la promesa de que eran practicamente cuesta abajo

Etiquetas: Personal