Lo malo de vivir en un piso compartido es que a veces te toca fregar los tuyos... y los de los demás si quieres comer algo y ellos son unos putos guarros.
Pues menos mal que yo he tenido más suerte. Siempre hay días que te toca fregar lo de unos cuantos, pero otros es al revés, y al final se compensa. Por ahora no me puedo quejar
bonita reflexión :)
Lo malo de vivir en un piso compartido es que a veces te toca fregar los tuyos... y los de los demás si quieres comer algo y ellos son unos putos guarros.
Soy la voz de la experiencia
Pues menos mal que yo he tenido más suerte. Siempre hay días que te toca fregar lo de unos cuantos, pero otros es al revés, y al final se compensa. Por ahora no me puedo quejar