Yo lo llamaba falta concentración o poca fuerza de voluntad. Me viene pasando desde pequeñito. Cuando estoy más de 20 minutos con la misma tarea (y menos si encima me aburre) me disperso y me pongo a pensar o hacer otras cosas. Lo he notado más claramente en tareas que se han repetido mucho a lo largo de un tiempo determinado, como una buena época de éxamenes o cuando tuve que hacer el proyecto de fin de carrera. Cualquier cosa, el más mínimo y absurdo entretenimiento o actividad para matar el rato
Si, como digo, de pequeño ya era un incordio, cuando entraron en mi vida los ordenadores se convirtió en un verdadero problema y, sobre todo, se multiplicó con la conexión a internet. Ahora, tras muchos años de "enfermedad" aún me cuesta controlarla para no pasarme el día dándole al
refresh de
Gmail y de
Google ReaderPero lo más curioso de todo es descubrir, después de tanto tiempo, que tiene un nombre. Lo llaman
procrastinación (de
procrastinar) y que tiene hasta su adaptación a internet, la
intercrastinación:
El asunto es así: termino una tarea, actualizo mi «lista de cosas por hacer», reviso la lista para ver cuál es la siguiente. Entonces casualmente cojo un vaso de agua, o me voy al baño o algo así, y al volver compruebo mis correos, leo lo que hay en mi agregador, hago clic para leerme un par de historias… y, antes de que pueda darme cuenta, han pasado veinte minutos desde que acabé la tarea anterior y la productividad se ha ido a la porra.
Así que a partir de ahora nadie me puede decir que pierdo el tiempo en Internet. Es una enfermedad
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jejejeje, pues debe de ser una enfermedad bastante extendida
Y muy muy contagiosa XD
Apúntame otra de procrastinación, que vamos a tener que crear un centro de rehabilitación de procrastinadores, jejejeje.
Un saludo.
Muy bien Morgan, el primer paso es reconocerlo
Y ahora recuerda, no estás solo