De vuelta a la dura realidad me encuentro con que por fin
ha terminado la huelga de limpieza del Metro de Madrid, que ha tenido a todos sus usuarios al borde de las enfermedades y de los roedores. Era lamentable pasar por los andenes y encontrarte cualquier cosa tirada o subir a los trenes y sentir esa sensación de insalubridad que solo imaginas en otras latitudes
En la memoria quedan muchas imágenes, pero, sobre todo, la del
hijo de la gran puta que echó aceite en los tornos que produjeron varias caídas:
El derecho a la huelga es fundamental en cualquier sociedad, pero tomar estas sucias medidas hace que cualquier simpatía que se pueda tener por los huelguistas se pierda y que vayamos a situaciones en las que éste derecho sea vetado (por lo visto en el acuerdo se incluye la no posibilidad de nuevas huelgas en los próximos años).
Del mismo pelo, aunque sea algo distinto, ahora tenemos
el paro de los centros que realizan abortos, debido a las investigaciones y presiones de las pasadas semanas. Independientemente de la opinión que se tenga del tema, esta situación impide interrumpir el embarazo a muchas mujeres que están en situación legal que se puede complicar al caducar éste derecho con el tiempo
Es decir, el derecho a la huelga es fundamental y necesario, pero conviene no abusar de él porque cuando no es la patronal la gran perjudicada sino los usuarios
Etiquetas: Madrid, MundoBola, Trabajo
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