Bueno, ya hace casi cuatro años de la última vez que los americanos (del norte, menos Canadá y México) eligieron al presidente del Mundo. En aquella ocasión, sin duda, la jodimos pero bien (no sabía lo acertado que iba a estar cuando escribí ese post) y hemos sufrido las consecuencias todos estos largos meses y ahora las estamos notando más que nunca, aparte de lo duradero que será el legado del gran G.W. Bush

Estas elecciones, sin embargo, las estoy viviendo con mucha menos tensión, y eso me preocupa. Parece que todo esta ganado por parte de Obama y que va a ser un camino de rosas, y seguro que no va a ser así. Espero que al otro lado del charco sean conscientes de lo que nos jugamos todos con la decisión que tomen y actúen en consecuencia. Se que es difícil para ellos, ya que elegir a un presidente negro es toda una revolución, pero necesaria.

Dentro de una semana nos desayunaremos con las primeras encuestas y quizá podremos sonreír aliviados por cuatro años de política no demasiado liberal ni de izquierdas, pero al menos en mano de alguien que parece competente contra el abuelo y la damisela, que da más miedo que Esperanza Aguirre, y ya es mucho decir

Y bueno, como último deseo y principal, que pase lo que pase nunca ganen los descerebrados

Quedan 7 días y estoy seguro de que nadie quiere esto para Enero:

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